El calor extremo que se vive en Arizona demanda acciones climáticas continuas

Nota de la editora: La frase "personas de color" se usa en al menos una instancia en este artículo para identificar a personas no anglosajonas que viven en Estados Unidos.

Arizona está una vez más rompiendo récords de temperatura alta. Desde principios de junio, el calor extremo ha afectado gran parte del Estado. Los niveles de calor que estamos experimentando hoy son más que incómodos. El calor sofocante está empeorando la calidad del aire y provocando incendios forestales que están causando estragos en la salud pública, la seguridad pública y el medio ambiente. El calor nos recuerda con demasiada frecuencia la necesidad de abordar el cambio climático.

Debido a una variedad de factores, a menudo arraigados en injusticias raciales históricas, los efectos del calor extremo y la crisis climática son particularmente graves para las comunidades de color y se transmiten de generación en generación. Estas comunidades vulnerables suelen estar situadas en áreas sin muchos espacios verdes y sin cobertura de árboles para absorber al menos parte de ese calor. Además, estas comunidades suelen estar más cerca de plantas de combustibles fósiles contaminantes y de carreteras principales llenas de coches contaminantes. El resultado son niveles de calidad del aire extremadamente peligrosos. En el último informe de calidad del aire emitido por la Asociación Americana del Pulmón, el Condado de Maricopa recibió calificaciones reprobatorias por los niveles de ozono y contaminación por partículas. El estudio también encontró que más de dos millones de personas de color en el condado están en riesgo debido a esta mala calidad del aire.

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El calor extremo y los niveles de contaminación en todo el estado han causado estragos en nuestras comunidades, llevando a enormes problemas de salud pública, como ataques de asma, EPOC y otras enfermedades pulmonares. Las visitas a urgencias y los días de clases perdidos se han acumulado. Trágicamente, cientos de muertes en Arizona han sido resultado del calor extremo impulsado por el cambio climático.

Para mi propia familia, estoy especialmente preocupada tanto por las generaciones mayores como por los niños pequeños. Debido al calor extremo y la calidad del aire en Arizona, a nuestros abuelos les resulta cada vez más difícil salir de sus hogares, lo que lleva al aislamiento social, deterioro cognitivo y problemas de salud mental. De manera similar, sus nietos tienen menos oportunidades de disfrutar del aire libre y el medio ambiente. También están en grave riesgo de sufrir problemas de salud debilitantes.

Mi padre ha sido trabajador de la construcción en Arizona durante los últimos 30 años. El ritmo del sol ha dictado nuestras vidas, salud y bienestar. El verano de 2023 estuvo marcado por historias de enfermedades por calor y estrés inducido por el calor. En un día particularmente abrasador de julio, la temperatura superaba los 117 grados Fahrenheit. Mi padre regresó a casa mareado, deshidratado y con claros signos de enfermedad inducida por el calor. Durante los días siguientes, permaneció en cama, débil y recuperándose. Con más de cien días de temperaturas superiores a 100 grados en 2023, los trabajadores de su equipo fueron hospitalizados o quedaron incapacitados para trabajar. Jóvenes sin condiciones subyacentes ahora estaban temporalmente discapacitados.

Estas historias de enfermedades inducidas por el calor no son únicas para mi padre y estas preocupaciones no son exclusivas de mi familia. Las familias latinas en Arizona están sobrerrepresentadas en trabajos que requieren trabajo al aire libre y, por lo tanto, sus vidas están desproporcionadamente en riesgo cada año.

Por supuesto, el cambio climático es más que un problema que enfrenta Arizona. La contaminación cruza las fronteras estatales, por lo que es necesaria una respuesta federal sólida. La administración de Biden ha hecho avances audaces. La Ley de Reducción de la Inflación de 2022 incluyó la mayor inversión jamás realizada para abordar el cambio climático y está trabajando para poner al país en el camino para reducir drásticamente la contaminación climática. De manera similar, la Ley de Infraestructura Bipartidista firmada en 2021 está trabajando para impulsar la industria de la energía limpia y poner miles de vehículos limpios en nuestras carreteras. No podemos detenernos en estas medidas.

Hay acciones ejecutivas que la administración de Biden puede y debe tomar para avanzar en sus objetivos climáticos, que incluyen una reducción de la contaminación por carbono del 50-52% por debajo de los niveles de 2005 para 2030 y alcanzar una economía de contaminación de carbono neto cero para 2050. Cualquier camino hacia el logro de estos objetivos requiere una rápida reducción de la contaminación emitida por plantas de energía sucias, que representa un tercio de la contaminación en EEUU.

Bajo la autoridad de la Ley de Aire Limpio, la administración de Biden puede promulgar estándares estrictos para controlar una variedad de fuentes de contaminación: carbono, smog, hollín, cenizas de carbón, mercurio, automóviles y más. La administración ha tomado algunos pasos en esta dirección, incluyendo estándares de contaminación vehicular estrictos anunciados a principios de este año.

Mientras nos asamos en este calor, nuestro mensaje para el presidente Biden, los líderes de su administración y los defensores del clima en el Congreso es simple y claro: No se detengan. Por nuestros abuelos, por nuestros padres y por nuestros hijos, debemos seguir impulsando acciones audaces para limpiar nuestro aire, preservar nuestro medio ambiente y abordar las injusticias ambientales.

Jazmin Moreno-Dominguez es la Organizadora de Justicia Ambiental en Arizona para Poder Latinx. Su misión es construir una ola política donde las comunidades latinas, inmigrantes y personas de color sean tomadores de decisiones en la democracia de este país.

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