Casa Ohana: un lugar para navegar la calma en Oaxaca

En las costas oaxaqueñas, una estructura elevada sobre la playa se vuelve parte del paisaje convirtiéndose en un remaso de sombra y calma para sus huéspedes.
Casa Ohana una casa de playa con alberca en Oaxaca
Enmarcada por la vegetación exuberante y con vistas panorámicas al mar de Puerto Escondido, la alberca se convierte en un punto focal que conecta a los residentes con la naturaleza y el entorno sereno de esta residencia.César Belio

Elevándose con gracia sobre la playa, Casa Ohana se presenta como un santuario donde la arquitectura contemporánea se encuentra con la naturaleza exuberante. Diseñada por VERTEBRAL (Elias Kalach, Teddy Nanes y Alberto Bou), esta residencia no solo captura la esencia del paisaje local, sino que también propone una experiencia de habitar junto al mar desde su propio contexto. El lujo de Casa Ohana reside en su simplicidad y sintonía con el entorno natural.

Con su estructura elevada y abierta, la casa ofrece vistas panorámicas y una ventilación natural que permite una conexión fluida con el entorno.César Belio

Ubicada en la selva baja de Puerto Escondido, entre árboles de nim y un paisaje de mezquites y plumbagos, Casa Ohana se desplanta como una estructura flotante, gracias a un ejercicio arquitectónico libre de pretensiones que hace mancuerna con un paisajismo poético obra de María Kalach, quien está al frente de Philodendro.

"Creemos que el ejercicio de la arquitectura debe ser cíclico: reconocer el lugar, proponer, poner a prueba y luego volver al lugar”, Elías Kalach y Teddy Nanes.César Belio

El recorrido comienza con un camino sinuoso, envuelto en vegetación alta y densa que revela a la residencia, una estructura que alude a un barco navegando en vientos y mares agitados.
“Tratamos de perder ese control y permitir que la vegetación haga su trabajo... Hacer un sembrado casi monolítico de plumbago, que finalmente genera una casa que por un lado flota en el mar y por otro parece flotar en las nubes”, mencionó el equipo de VERTEBRAL. Al elevarse sobre el terreno, las áreas públicas de la casa no solo capturan las vistas del mar y las montañas, sino que también permiten que el viento fluya sin obstáculos hacia las habitaciones en la parte trasera, manteniéndolas frescas.

La casa se abre para ofrecer vistas panorámicas y brisa desde todos los ángulos. Este diseño no solo maximiza la vista y la ventilación, sino que también permite una integración armoniosa con
el entorno natural. En palabras de VERTEBRAL: “La casa responde a esta disposición, encontrando los claros para acomodar el programa de la casa, haciendo una reverencia al árbol predominante del sitio, que es el nim”.

Este árbol, aunque no es endémico de la región, ha aprendido a dialogar con su entorno y ha evolucionado para pertenecer a él. De acuerdo con VERTEBRAL: “Nosotros creemos que esta casa trata o procura hacer lo mismo: ser una vivienda que, aunque no pertenece originalmente a la naturaleza y al sitio, se emplaza en ella, la respeta y encuentra su manera de coexistir en el ecosistema de la costa de Puerto Escondido”.

Casa Ohana combina la funcionalidad moderna con una profunda reverencia a la naturaleza. Es un espacio donde se puede vivir la playa a nivel humano, acentuando y celebrando el sitio sin pretensiones. Con su diseño simple y enfocado en el contexto, Casa Ohana no solo ofrece un refugio tranquilo y hermoso, sino que también sirve como referencia de una nueva manera de habitar la playa.