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En términos de moda, el polo de punto para hombre representa un oxímoron que también se ha aplicado previamente a otros emblemas de nuestro vestidor como, por ejemplo, el tejido vaquero o denim, los mocasines de piel o las gafas negras de montura cuadrada: es una prenda de vestir intrínsecamente básica, de aquellas que son imprescindibles para construir cualquier armario cápsula… pero a la vez ha sido elevado a la categoría de tendencia gracias a una notable ristra de creadores que han decidido adoptarlo como un lienzo en blanco para plasmar sobre él cualquier guiño de creatividad posible, desde el más discreto hasta el más revolucionario, capaz de recontextualizarlo por completo.
Y, en el fondo, tiene sentido. Y si no lo consideras así, reconoce al menos que dicha decisión resulta tremendamente conveniente para todos los hombres del globo terráqueo, tanto leídos en moda como principiantes en la materia.
Por un lado, porque el polo es una pieza de vestimenta que, aunque con ciertas características que son intrínsecas de su diseño y sin las cuales este pierde su ser -su cuello con solapa, por ejemplo-, responde a un patrón sencillo que permite modificaciones en fondo y forma de manera relativamente fácil. Algo que no ocurre, por ejemplo, con un pantalón cargo o con una gorra de béisbol, ya que tanto su concepción como su contexto son mucho más concretos. Por otro lado, porque hablamos de una prenda muy útil desde una perspectiva funcional ya que, al tratarse de un punto intermedio entre una camisa de vestir, más formal; y una camiseta de algodón, más informal; nos ayuda a elevar nuestros looks más casual sin obligarnos a poner en práctica malabares de estilo. Por ello, en GQ España siempre defendemos que, ante la duda sobre qué ponerte, recurras siempre a un polo: es un amor siempre correspondido que solo te hará favores ante cualquier aprieto (y sin pedirte nada a cambio).
A lo que sí nos obliga dicho razonamiento es a tener en cuenta dos vertientes a la hora de construir nuestra colección personal de polos: la de los modelos atemporales y la de las versiones it, aquellas que dilucidamos tras analizar la pasarela global con un mínimo de exhaustividad. Mientras que los primeros son fáciles de identificar -piensa en los polos de piqué más convencionales, como los modelos más emblemáticos de Lacoste, Ralph Lauren, Tommy Hilfiger y Fred Perry-, los segundos requieren de un mayor trabajo de campo que, no te preocupes, se verá recompensado cuando absolutamente todo el mundo te pregunte las referencias de tu look(azo).
Y aquí es cuando nosotros, como detectives de tendencias siempre establecidos en el campo de batalla, cumplimos con nuestra función principal: bucear en el infinito archivo de propuestas para seleccionar qué sí y qué no para que vayas a tiro hecho cada vez que abras el armario. Así es como hemos encontrado el que es, probablemente, el polo de punto de hombre que mejor define tres de las tendencias más importantes de la temporada primavera / verano 2025 que se acaba de presentar tanto en París como en Milán. Sí, has leído bien: 2025, que no 2024 (si bien no tendrás que esperar 365 días para estrenarlo porque estas tendencias que señalamos también encuentran validez en el presente). Recuerda: hombre precavido vale por dos.
Firmado por H&M, este modelo de su colección primavera / verano 2024 tiene todas las papeletas para triunfar el próximo verano, así como cada día del año hasta llegar a este periodo. Como ya te hemos adelantado, hay tres porqués que así lo justifican. Por un lado, el sencillo hecho de que sea un polo de punto ya que, como hemos detallado unos párrafos más arriba, esta prenda básica ha sido replanteada como tendencia sobre la pasarela en varias de sus vertientes: de la más clásica, como en The Row y Loewe; hasta la sobredimensionada, con mención especial en Martine Rose y Ami; de croché, como en Dolce & Gabbana, Feng Chen Wang y Prada; estilo rugby, como en Fendi, Dunhill y Gucci; e incluso con hombros marcados, como en Sacai, Juun.J y Masu. El veredicto no requiere disección, ¿no crees?
En segundo lugar, el éxito de esta versión de la marca sueca también encuentra su razón de ser en el motivo de cuadros que inunda prácticamente cada centímetro de su diseño. Y es que, tal y como vaticinan las colecciones primavera / verano 2025 de Louis Vuitton, Auralee, Giorgio Armani, Martine Rose, 8on8, White Mountaineering, 3. Paradis, Magliano, Wooyoungmi, Namesake, 3.Paradis, Issey Miyake, IFM Paris, Craig Green y Dhruv Kapoor, el print de cuadros en todas las ediciones imaginables -del damero o checkerboard al vichy, el de príncipe de Gales y el cuadro ventana- va a dominar nuestra vestimenta estival venidera. Curioso si tenemos en cuenta que dicho motivo gráfico lo asociamos mayormente a la temporada otoño / invierno y que, de nuevo, se trata de un básico ahora ensalzado en cada desfile que repasamos…
Ambas características mencionadas nos llevan al tercer y último factor que explica por qué deberías incorporar este modelo en tu armario: responde con exactitud al estilo preppy, estética heredada de los ‘niños bien’ de la Ivy League de la Norteamérica de los años 50 que fue replanteada entre finales de la pasada década y principios de la actual para dominar el asfalto y cuya vigencia se renueva hasta el próximo estío -como mínimo-. Esto quiere decir que, además del polo de punto, también seguirás vistiendo los cárdigan heredados de tu abuelo, los pantalones chino, los mocasines con antifaz de color negro y las camisas Oxford en azul cielo, aunque todas estas prendas sean recodificadas bajo el código urbano. De nada por el tip extra…
