Miley Cyrus pone punto final al exhombre de su vida

Flowers ha sido el anticipo perfecto –e himno del año– para lo que Cyrus nos ofrece ahora: Endless summer vacation, el álbum que estará disponible a partir del 10 de marzo tras una década después de reinventarse con Bangerz
Miley Cyrus pone punto final al exhombre de su vida
© Gtres Images.

El desamor y el pop son dos absolutos que van de la mano, como el desamor y la vida, o la vida y el pop. Otra cosa es que a veces esas manos se agarrren con demasiada fuerza. En el caso de Miley Cyrus, desde que dejó de ser Hannah Montana y se convirtió por derecho propio en una de las grandes divas de esta generación –armada con una voz prodigiosa–, el desamor se llama Liam Hemsworth, el hermano también actor de Chris Hemsworth.

Y su carrera discográfica podría ir al unísono de una relación que hace años que no existe y de un divorcio que se consumó en 2019, tras una boda que nunca debería haber sucedido. Flowers, el sencillo que sirve de adelanto a su próximo disco, es quizás la primera canción en la que su ex no es tanto el protagonista, sino la figura vital que pasaba por allí. 

El temazo, publicado poco después de cumplir los 30 años, es una carta de amor de Miley para Miley –rubricada en San Valentín con un mensaje sin muchas lecturas adicionales para sus 196 millones de seguidores en Instagram: “puedo quererme mejor”– y ha conseguido que la expectación sobre su Endless Summer Vacation (Vacaciones de Verano Infinitas, un título que ya invita al chapuzón para un disco que la cantante ha descrito como una misiva romántica a su ciudad adoptiva, Los Ángeles, y que verá la luz el 10 de marzo) esté a la altura de la que despertaban sus mayores éxitos. Aunque sea con una canción respuesta a un tema de Bruno Mars, para poner el punto y final al peso que Hemsworth tenía en su vida.

El novio que no cesa

Miley Cyrus tenía 16 años cuando empezó a salir con Liam, que entonces tenía 19. El australiano es el menor de tres hermanos (Luke, Chris y Liam, en orden de primogenitura), y el segundo más famoso después de Chris. La relación de adolescentes tuvo sus buenas dosis de drama, hasta el punto de que uno de los mayores éxitos en la carrera de Miley, Wrecking Ball, un baladón que destrozó para siempre la imagen de niña buena Disney de la que Cyrus intentaba desligarse desde hacía años, llegó en medio de una de las varias rupturas con Hemsworth. 

La canción no era de Miley (de hecho, se había escrito para Beyoncé hasta que alguien se dio cuenta de que una canción de desamor en mitad del matrimonio más poderoso de la música no tenía mucho espacio. Eso fue tres años antes de Lemonade, claro), pero ver a la cantante desgarrada soltando un lagrimón a lo Sinéad O’Connor tras a) haber chupado un martillo b) cabalgado una bola de discoteca de demolición c) hacerlo prácticamente desnuda d) todo lo anterior en 221 segundos de videoclip, estableció el lazo para siempre entre Cyrus y su ex. 

La propia Miley definía sus canciones como “cuatro horas de terapia”, y en Bangerz hay unas siete dedicadas a Liam. Los tortolitos volvieron a quererse, se fueron a vivir juntos y tiempo después uno de esos incendios que les recuerdan a los ricos de California lo que es la emergencia climática, destruyó su mansión en 2018. ¿La solución? Casarse. El matrimonio, con esos antecedentes –a los que hay que añadir los feos bastante numerosos de Hemsworth en sus apariciones públicas–, duró poco.

La madurez de Miley Cyrus

Tras un par de trabajos poco destacables –los que abarcan su relación con Liam, por otro lado–, llegó Plastic Hearts (2020), un disco alucinante de crooner de Las Vegas caída en la marmita de Blondie, con otro single de los que hacen época: Midnight Sky. Otro tema de ruptura y distancia sobre el ex, una de esas canciones en las que acudes a la puerta de la iglesia a clavar las 95 tesis de por qué ya no piensas en él y que lo tienes perfectamente superado. 

Pero Flowers, una canción de contagioso amor propio, ha optado por otra óptica: la de una Miley liberada que contesta a la letra de When I was your man, de Bruno Mars. La canción favorita de Liam, que le dedicó el día de su boda y que habla a una ex de las cosas que espera que su nueva pareja haga por ella. En Flowers, es Miley quien hace todas esas cosas por sí sola