Cine

Las 15 películas de amor lésbico que no debes perderte

Desde clásicos del género hasta películas independientes, he aquí una selección de cine lésbico para redescubrir durante el Mes del Orgullo (y siempre)
Portrait dune jeune fille en feu de Cline Sciamma
© Neon / Cortesía de Everett Collection

¿Qué películas de amor lésbico hay que ver durante el Mes del Orgullo? En un momento en que las luchas feministas contribuyen a la existencia de una contracultura en las salas de cine, la cámara se confirma como medio para dar respuesta al patriarcado. Aunque el lesbianismo estuvo ausente durante mucho tiempo del cine comercial por su componente política y militante (hasta finales de los 70 no empezó a aparecer como tema principal de la película), la necesidad de representación llevó a un puñado de cineastas a replantearse sus historias y a inventar un nuevo lenguaje cinematográfico, al margen de las narrativas heterosexuales estereotipadas difundidas por la mayor parte de sus colegas. Un thriller trepidante de los años 90 que se ha convertido en un clásico, joyas intimistas de la escena francesa, producciones de gran presupuesto, cine adolescente y obras poco conocidas... Todo esto y más en nuestra recopilación con las películas protagonizadas por mujeres lesbianas que tienes que descubrir ya.

El cine lésbico en 15 películas imprescindibles

Lazos ardientes, de Lilly y Lana Wachowski (1996)

De la saga Matrix a la serie Sense8, pasando por la ambiciosa Cloud Atlas, las hermanas Wachowski son ya famosas por su dirección maximalista y su obsesión por lo que consideran un tema universal: el amor. Con Lazos ardientes firmaron su primera película juntas, la que supuso su primer éxito en la industria cinematográfica. Con la ayuda del productor Dino De Laurentiis, montaron una película con un presupuesto muy reducido para la cual no fue fácil encontrar actrices. En plena década de los 90, muchas se negaban a interpretar a una pareja de lesbianas en escenas tan explícitas. Sin embargo, las cineastas estadounidenses fueron pioneras al contratar a Susie Bright como coordinadora de intimidad, antes de que la profesión se convirtiera en fundamental en la era post-#MeToo. Con Gina Gershon y Jennifer Tilly en los papeles principales, Bound fue una de las primeras películas en llevar el amor lésbico al gran público, apropiándose de los códigos del cine negro para convertirla en un tórrido thriller homoerótico.

© Gramercy Pictures / Cortesía de Everett Collection

Naissance des pieuvres, de Céline Sciamma (2007)

La directora y guionista francesa Céline Sciamma concibe sus obras como viajes íntimos marcados por el tránsito hacia la edad adulta, con especial atención a la búsqueda de la identidad y el nacimiento de los primeros deseos. Utilizó el guion de su proyecto de fin de carrera para rodar Naissance des pieuvres en 2007. La historia sigue a Marie, Anne y Floriane en el verano en que cumplen 15 años. Tres adolescentes, como los tres corazones de un pulpo (de ahí el título). En los vestuarios del club de natación sincronizada al que acuden regularmente, los cuerpos se encuentran y los destinos se cruzan. Las chicas viven el florecimiento de su amor y su sexualidad, a veces con curiosidad, a veces con miedo. Aclamada por la crítica, se presentó en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes y obtuvo el premio Louis-Delluc al primer largometraje. Con Naissance des pieuvres, Céline Sciamma también fue nominada al César a la mejor ópera prima en 2008.

© Haut Et Court / Cortesía de Everett Collection

Carol, de Todd Haynes (2015)

Nominada ese años por partida doble al Oscar a mejor actriz (para Cate Blanchett y Rooney Mara) y al mejor diseño de vestuario, la película lésbica de Todd Haynes no ha dejado de suscitar admiración desde su estreno hace casi diez años. En el arranque de Carol, la imagen es perfecta y todo está en su sitio. En la Nochebuena de 1952, las dependientas de los grandes almacenes de Manhattan permanecen tranquilas detrás de sus mostradores. Llevan gorros rojos y blancos. Las madres de la sociedad neoyorquina lucen pieles impecables y uñas brillantes. Estados Unidos acaba de elegir al matrimonio Eisenhower que, al instalarse en la Casa Blanca, se dispone a refrendar cierto modelo conyugal desde las más altas esferas del Estado. La homosexualidad ha sido añadida a la lista oficial de enfermedades mentales. Todd Haynes –que dirige esta adaptación de la segunda novela de Patricia Highsmith, publicada bajo seudónimo a principios de los años 50– sabe detrás de estas estampas virtuosas se esconden dramas personales, deseos reprimidos y sueños de emancipación. El cineasta, redescubierto recientemente en Secretos de un escándalo, alimenta con delicadeza los rescoldos de la pasión lésbica en un escenario sublimado por la fotografía de Ed Lachman. El amor surge a primera vista entre Therese, la joven cajera interpretada por Rooney Mara –que antes de reencarnarse en Audrey Hepburn para el biopic del icono ganó con esta cinta el premio a mejor actriz en Cannes–, y Carol, a la que Cate Blanchett presta su elegancia de clase alta y su impecable interpretación.

© Wilson Webb / Cortesía de Everett Collection

La doncella, de Park Chan-Wook (2016)

Todo un caramelo para los amantes de las obras a varias voces donde se exploran los diferentes puntos de vista de un personaje a otro. En esta adaptación de la famosa novela Fingersmith, de Sarah Waters, son tres los peones de un perverso juego de engaños y fingimientos. En este drama lésbico de época, el director coreano volvió a unir fuerzas con su vieja colaboradora Jeong Seo-kyeong para escribir el guión más complejo y sorprendente de su carrera, uno donde se cuestiona el poder y el deseo empleando los códigos tanto del drama clásico como del thriller erótico. Park Chan-wook sitúa la historia en la Corea de los años 30, entonces ocupada por los japoneses. Nuevas cuestiones coloniales se añaden a la trama, además de las tensiones ya presentes entre clases sociales y géneros. Aquí, dos mujeres, brillantemente interpretadas por la joven Kim Tae-ri (en su primer papel cinematográfico) y la genial Kim Min-hee (pareja y colaboradora habitual del cineasta Hong Sang-soo) se cruzan, se traicionan y, en última instancia, caen bajo el hechizo mutuo. La primera es una ladrona coreana reclutado por un estafador para hacerse pasar por la criada de la pálida y neurótica Lady Hideko, una rica heredera japonesa, con el fin de robarle su fortuna.

© Magnolia Pictures / Cortesía de Everett Collection

Rafiki, de Wanuri Kahiu (2018)

Aclamada en Cannes pero censurada en Kenia, la segunda película de la directora Wanuri Kahiu, presentada en la sección Un Certain Regard del festival, narra el dulce romance entre dos jóvenes de Nairobi, la capital de un país donde la homosexualidad aún se considera un delito. Lejos de las tragedias habituales asociadas al continente, Rafiki es una película adolescente alegre y orgullosamente comprometida, pero también una "obra insoportable para quienes defienden el orden establecido que, si la ven aquellas personas a quienes va dirigida, podría cambiar de rumbo el debate", como se publicó en las páginas de Le Monde. Basada en Jambula Tree, un relato corto de la autora ugandesa Monica Arac de Nyeko, la historia se centra en las adolescentes Kena (Samantha Mugatsia) y Ziki (Sheila Munyiva), cuyos padres, ambos políticos, se enfrentan en una campaña electoral. Sus miradas se cruzan y no se despegan tan rápido como de costumbre. Intercambian tiernas sonrisas que culminan en su primer beso. El amor está a punto de nacer, pero ya está prohibido.

© Film Movement / Cortesía de Everett Collection

Retrato de una mujer en llamas, de Céline Sciamma (2019)

En 2019, Retrato de una mujer en llamas supone la consagración de su directora, Céline Sciamma, cuya labor fue reconocida con el premio al mejor guion y la Queer Palm en el Festival de Cannes, así como el César a la mejor fotografía en los César 2020, gracias a las sublimes imágenes de Claire Mathon. La directora de fotografía francesa (que también trabajó en Atlantique de Mati Diop, Spencer de Pablo Larraín y Saint Omer de Alice Diop, entre otras) volvió a trabajar con Céline Sciamma dos años después, para Petite Maman. La historia parte del momento en que Marianne conoce a Héloïse en 1770. Marianne es una pintora a quien encargan retratar a Héloïse, una joven que acaba de salir del convento. Pero esta se resiste a su destino de desposarse negándose a posar. Así que Marianne tiene que pintarla en secreto. Presentada ante su modelo como una dama de compañía, la observa desde la distancia. Hasta que, poco a poco, surge la intimidad entre ellas. Elevada como un canto feminista por sus actrices Adèle Haenel y Noémie Merlant, esta película a modo de pintura nos arrastra de principio a fin, plasmando poco a poco "los ojos parpadeantes, los labios temblorosos, la textura de la piel, la pasión ardiente, la rabia contenida".

© Lilies Films / Pyramide Distribution

Ammonite, de Francis Lee (2020)

También dentro del género romántico lésbico, Ammonite, de Francis Lee, casi pasó desapercibida en pleno cierre de los cines durante la crisis del covid. Estrenada en el verano de 2021 en pantalla grande para un puñado de espectadores en el festival Chéries-Chéris de París –que lleva dando visibilidad al cine LGTBQ+ desde 1994–, el romance de época está protagonizado por la estrella de Hollywood Kate Winslet y la joven Saoirse Ronan, rostro de una nueva generación de actrices dispuestas a tomar el relevo (junto a nombres como Florence Pugh, Sydney Sweeney y Timothée Chalamet, Paul Mescal, Jenna Ortega, Austin Butler, Jacob Elordi, Glen Powell, Zendaya y Anya Taylor-Joy, según una lista publicada recientemente por el Hollywood Reporter). En la película de Francis Lee, las dos actrices encarnan respectivamente a una famosa experta en fósiles y a una joven convaleciente que descansa en la costa de Inglaterra de 1840. Una es pobre, taciturna y hosca, mientras que la otra es rica, alegre y coqueta. Ambos se apasionan por la belleza natural que encuentran en la playa, a costa de un trabajo tan estimulante como agotador. En el transcurso de estas largas jornadas, nacen el amor y la sensualidad.

© Agatha A. Nitecka / RÅN Studio / See-Saw Films

Kajillionaire, de Miranda July (2020)

Ganadora de la Cámara de Oro en el Festival de Cannes de 2005 por su primera película, Tú, yo y todos los demás, la directora estadounidense Miranda July ha impuesto con su estilo excéntrico y romántico en la industria cinematográfica. En su jubilosa comedia Kajillionaire, la directora dirige a una pareja de estafadoras lesbianas, interpretadas por las fabulosas Evan Rachel Wood y Gina Rodriguez. La primera es la Vieja Dolio (apodo heredado de una estafa), entrenada en pequeños trucos desde muy pequeña por sus fraudulentos padres. La segunda es Mélanie, una mujer vitalista y sin blanca, que empieza a abrirse un hueco en su vida hasta el punto de transformarla. Oda al caótico paso a la edad adulta, Kajillionaire se va abriendo en abanico a un sinfín de posibilidades como un cuento fantasioso, radical y francamente delicioso.

© Matt Kennedy / Focus Features / Cortesía de Everett Collection

El mundo que viene, de Mona Fastvold (2020)

En esta película de la directora noruega Mona Fastvold, dos parejas de granjeros que viven uno al lado del otro luchan contra la pobreza y el aislamiento, en medio del paisaje lírico y hostil de la América puritana del siglo XIX. Con este telón de fondo, Abigail (Katherine Waterston) y Tallie (Vanessa Kirby) se conocen. Las dos mujeres tienen personalidades muy diferentes: una, reservada; la otra, intrépida. Pese a todo, pronto se convierten en amigas inseparables y confidentes. Sus visitas regulares les abren las puertas a un mundo de ensueño, donde pueden experimentar plenamente sus sentimientos e incluso sorprenderse con una nueva emoción. La tensión romántica se convierte en un amor tan apasionado como prohibido.

© Bleecker Street Media / Cortesía de Everett Collection

Los amores de Anaïs, de Charline Bourgeois-Tacquet (2021)

El encanto de Anaïs Demoustier nunca ha sido tan palpable como en Los amores de Anaïs. Tres años después de rodar el cortometraje Pauline asservie (2018), la actriz ganadora de un César se reencontró con la directora Charline Bourgeois-Tacquet en su primer largometraje. Juntas nos embarcan en 1h38 de tiernos devaneos. Entre los amores de nuestra extraña protagonista Anaïs, el estimulante dúo que forma con Émilie (Valeria Bruni Tedeschi) nos arrastra en sublimes secuencias de una delicadeza conmovedora. Las dos mujeres se descubren con tranquila sensualidad durante un seminario de literatura en Bretaña. Anaïs, llevada por un arrebato, parte a reunirse con la novelista en el castillo de Kerduel, en Côtes-d'Armor, donde se celebra el evento. Pese a ser una joven acostumbrada a vivir y sentir todo a mil por hora, parece calmarse al lado de la autora de best-sellers. En efecto, el ritmo frenético se suaviza hasta quedar sin fuerzas y la cámara se centra en el personaje de Anaïs: se deja arrastrar por el impulso permanente, pero también se toma el tiempo de cuestionar su comportamiento y teorizar sobre sus sentimientos en compañía de la mujer que la intriga.

© Les Films Pelléas / Année Zéro

Blue Jean, de Georgia Oakley (2022)

Para su primer largometraje, Georgia Oakley parte de un momento concreto de la historia británica, el de la aprobación de la Sección 28 de la Ley de Gobierno Local de 1988, promulgada por la entonces Primera Ministra Margaret Thatcher. La enmienda prohíbe la divulgación intencionada de "la aceptación del modelo masculino homosexual como una supuesta relación familiar" en las escuelas. La homosexualidad no estaba prohibida, pero seguía estando en gran medida condenada al ostracismo; y si no se mencionaba a las mujeres, era simplemente porque, para las autoridades el lesbianismo ni existía... A través de su cámara, Georgia Oakley capta la violencia derivada de esta ley. Filma el retrato de una mujer enturbiado por la vergüenza, los tabúes y el estigma de este clima ultraconservador. La mujer es Jean, una profesora de educación física interpretada por la inquietante Rosy McEwen. La vida de Jean está llena de contradicciones. De día, enseña a sus alumnos a superarse y a trabajar en equipo. Por la noche, se reúne con su novia, Viv, en un club gay donde suele bailar y beber cervezas. Ganadora del premio a la mejor película en los BAFTA 2023, Blue Jean se ve realzada por las tenues imágenes del director de fotografía Victor Seguin (Revenir, Gagarin, À plein temps) y una banda sonora pop ochentera (el propio título de la película procede de una canción de David Bowie).

© UFO Distribution

Los cinco diablos, de Léa Mysius (2022)

La primera vez que disfrutamos de la visión única de Léa Mysius fue con Ava, su primer largometraje presentado en la Semana de la Crítica de Cannes en 2017. Liderada por la cautivadora interpretación de Noée Abita, la película ganó el premio SACD. En su segundo asalto tras la cámara, la guionista y directora francesa desvela una oscura e inquietante fábula alrededor de Vicky, una niña con el don de oler y reproducir cualquier aroma que elija, que colecciona en frascos cuidadosamente etiquetados. Entre ellos está el de su madre, profesora de gimnasia acuática en el complejo deportivo Les Cinq Diables, interpretada por una misteriosa Adèle Exarchopoulos. Un día, una tercera mujer irrumpe en sus vidas. Vicky se lanza a elaborar su olor. Se ve transportada a una azarosa búsqueda de significados y recuerdos, mágicamente filmada en 35 milímetros.

© Le Pacte / Wild Bunch International

El club de las luchadoras (Bottoms), de Emma Seligman (2023)

Dirigida por la canadiense Emma Seligman (Shiva Baby) y producida por la estadounidense Elizabeth Banks (Dando la nota, Oso vicioso), Bottoms es la inesperada comedia que no sabíamos que necesitábamos. Presentada en el festival South by Southwest antes de estrenarse en los cines estadounidenses y en la plataforma Prime Video, la película tuvo muy buena acogida gracias al agudo humor de su guion. Sigue a dos mejores amigas, PJ, interpretada por Rachel Sennott (Muerte, muerte, muerte y The idol), que también coescribió la historia de Bottoms, y Josie, interpretada por la fantástica Ayo Edebiri ,descubierta en la serie The Bear. Ambas cursan el último año de secundaria y ansían vivir aventuras hasta el día en que deciden crear un club de defensa personal. La actividad, una especie de El club de la Lucha femenino, creada oficialmente en nombre del empoderamiento, es sobre todo una excusa para acercarse, más o menos discretamente, a las animadoras del colegio. Abiertamente lesbianas, Josie y PJ sueñan con perder la virginidad antes de empezar la universidad. Pero la cuestión de las primeras experiencias sexuales se complica para nuestras dos alumnas en busca de popularidad, recuperando el gran tropo que definió el género adolescente a principios de los 2000.

© Patti Perret / United Artists / Cortesía de Everett Collection

Sangre en los labios, de Rose Glass (2024)

La cineasta Rose Glass mezcla aquí su género favorito con las emociones de una historia de amor: la de Lou y Jackie. La primera, interpretada por Kristen Stewart, es la gerente de un gimnasio de mala muerte. La segunda, decidida a convertirse en campeona de culturismo, pone todo su empeño en llegar a Las Vegas. Con el sueño americano como telón de fondo, la historia adquiere tintes de thriller cuando sus protagonistas empiezan a verse envueltas en tráfico y violencia. Mientras suena entre los diálogos la letra de culto "Run away, turn away" del igualmente icónico éxito de los 80 Smalltown boy de Bronski Beat, las dos amantes se ven inmersas en un caos sangriento. Armas en ristre, coches a toda velocidad (la escena con las dos protagonistas en el asiento delantero recuerda a ciertas secuencias de Thelma & Louise), cuerpos en movimiento y mujeres fuertes, muy fuertes. Aunque el largometraje distribuido por la compañía estadounidense A24 no gustará a todo el mundo, tiene el mérito de ser una propuesta cinematográfica original como pocas.

© Anna Kooris / A24 / Cortesía de Everett Collection

The Shameless, de Konstantin Bojanov (2024)

El director búlgaro Konstantin Bojanov cuenta la historia de Renuka, una trabajadora del sexo que deambula entre la pasión por la vida y la desesperación. Desde la mugrienta habitación de un burdel de Delhi, huye hasta recalar en un remoto pueblo del sur de la India, donde espera estar solo de paso. Pero eso es antes de conocer a Devika, una joven de apenas 17 años que sueña con ser rapera... Su amor debe permanecer en secreto para la comunidad devadasi que la vio crecer, bajo un sistema en el que el cuerpo de la mujer se considera una mercancía y la prostitución un acto de fe ("devadasi" significa literalmente "sierva de dios"). Para el cineasta, la película le da la oportunidad de cuestionar las convicciones sociales y religiosas heredadas de esta tradición y de explorar más ampliamente los temas que más le importan, como el amor, la sexualidad y el libre albedrío. En su estreno mundial en el Festival de Cannes 2024, el largometraje nos adentra en una historia de amor sensible y significativa, llevados por las interpretaciones de dos actrices impresionantes: Omara Shetty y Anasuya Sengupta. Sengupta fue premiada como mejor actriz en la selección paralela Un Certain Regard.