Entrevista

Roberta Nikita: “Cuando hablan de artistas emergentes simplemente se refieren a los que no tenemos dinero. Y no, tengo una carrera ya”

La cantante madrileña publica su primer álbum, 'debut3000, una aproximación a la electrónica experimental, mientras disfruta de una nueva vida en Ciudad de México
Roberta Nikita lanza su disco 'debut3000'
Fotografía: Abel Trujillo. Estilismo: Ricardo Abréu. Maquillaje: Alba Moya. Pelo: Abel Maya. Dirección creativa: Paula Bonilla.

Fue Roberta Nikita (El Escorial, Madrid, 1995) una de las protagonistas del portfolio LGTBIQ+ de Vogue de 2023. La cantante, entonces, estaba a punto de lanzar su álbum de debut, después de que pudiéramos escuchar varios singles de adelanto como Bebé o Solo pienso en ti. En 2023, por estas fechas, parecía que el estreno de su primer disco largo era inminente, pero Nikita ha tenido que esperar un año más para que debut3000 vea la luz. “Ha costado un montón sacarlo, la verdad, mucho más de lo que yo pensaba. Creía que iba a encontrar una distribuidora relativamente rápido, pero me topé con muchos problemas a la hora de que la gente lo entendiera o lo apoyase como yo creía que debía ser apoyado para lanzarse”, explica a través de videollamada a Vogue España desde su habitación en Ciudad de México, el lugar en el que vive y desarrolla su carrera desde hace unos meses. “Creo que hay un miedo a arriesgar muy heavy por parte de las discográficas en España. Es algo que a mí me restó porque, en mi caso, algo distinto asustaba. Todo lo que no estuviera en los terrenos de lo urbano o el reguetón se encajaba en lo underground o más nicho”, profundiza. “Yo me he esforzado y he pedido que miraran a las listas de éxitos de Estados Unidos o Latinoamérica porque allí no existe esa división y el pop es todo. Muchos artistas de lo urbano se han pasado a estilos más electrónicos, pero al final puede el miedo a atreverse”.

debut3000, ya disponible en plataformas digitales, llega en un excelente momento para las mujeres que apuestan por la música más vanguardista. Ahí está el éxito internacional incuestionable de Brat, lo último de Charli XCX, el momento de Chappell Roan o la vuelta a los escenarios de Paris Hilton. El pop echaba de menos a las mujeres que experimentan con la electrónica y Roberta Nikita está dispuesta a aprovecharlo. “Cuando haces algo suele suceder que lo siguiente buscas que sea completamente opuesto. Es un poco como ese sentimiento adolescente en el que primero quieres el pelo largo y luego corto, pero más tarde largo otra vez. Lo que yo buscaba con el álbum era romper con lo que pensaba que había que hacer, pero a nivel musical y también desde la industria”, comparte la cantante. “Yo a los 24 firmo con Warner un EP en el que casi dije sí a todo porque no me planteaba nada. En el siguiente sí me planteé un poco más y en este quise acabar con todo lo que me habían enseñado”, apunta con sinceridad. “Hay mucha gente en la música que da consejos sobre cómo tiene que hacerse un estribillo o el orden de las canciones, pero al final te das cuenta de que eso es mentira. Si haces lo que te da la gana, consigues que mole y punto”.

Fotografía: Abel Trujillo. Estilismo: Ricardo Abréu. Maquillaje: Alba Moya. Pelo: Abel Maya. Dirección creativa: Paula Bonilla.

Hace un lustro de aquella primera aproximación a la industria musical de Roberta Nikita. Cinco años en los que no ha parado de pensar en música y los que ha tardado en dar forma a su primer álbum. La artista abraza con pasión el término debut a pesar de todo. “El hecho de ponerle ese título al disco viene de que a mí sí me hacía ilusión. Al final es un primer álbum y hay muchos míticos que se llaman así. Suelen ser muy característicos de los artistas. Quise meter todo lo que me representa en un lugar para que funcione como carta de presentación”, comparte. “Me llevo peor con la etiqueta de artista emergente. Cuando hablan de artistas emergentes simplemente se refieren a los que no tenemos dinero. Llevamos mucho tiempo con esa etiqueta y, en esta industria, si no lo has petado sigues siéndolo. Y no, tengo una carrera ya”, sentencia con firmeza.

Lanzar un álbum en un momento en el que la industria parece arriesgarse solo por formatos como el EP –aunque las mujeres parecen estar cambiando esto– podría ser visto como una temeridad. “Ya estoy pensando en otro. No puedo parar. Me gustan los álbumes y siento que ha habido una generación que ha sido muy de single, pero yo tengo dos hermanas, una de 22 y otra de 16, y la mayor se aburre a los diez segundos de la canción mientras que la pequeña aprecia las cosas un poco más largas”, reflexiona Nikita. “Para mí el álbum no es simplemente un formato donde hay más canciones y ya está. Creo un universo que pueda complementar visualmente con conceptos e ideas para que sea algo interesante que consumir. Esas creaciones a mí me representan más como artista que el single aunque ahora tendré que sacar alguno porque si no, como tenga que esperar otros tres años, me caduco”, admite entre risas.

Cardopusher y Diego San Marcos ejercen de productores de este disco junto a la propia Roberta Nikita. La artista lanza debut3000 bajo el sello mexicano Movida Música y se ha mudado a la capital centroamericana. “Sacar el disco en México es algo que no había planeado en absoluto, pero estaba tan harta de todo…”, explica con honestidad. “Se juntó con un viaje que hice porque pensaba que si no explotaba y llegué aquí. Comentándolo, sin ningún tipo de objetivo, vi en México una apertura hacia los estilos, las fusiones o lo nuevo –lo que me restaba antes– que dio la vuelta a la tortilla. Que yo experimentara era precisamente lo que les gustaba. Ahí decidí que tenía que venirme y lanzarlo desde aquí”, cuenta. El proceso de dejar España atrás, aunque a ratos doloroso, fue una decisión sencilla. “Aunque emigrar es muy complicado, al final no dejas la vida porque todo está a un avión de distancia y tenemos móvil –esto no tiene nada que ver con el viaje de mi madre a Nueva York en los 90 cuando pasó dos meses sin hablar con nadie–, pero es duro el iniciar una nueva vida en otro país”, comenta. “Nadie te conoce, no tienes amigos ni familia y las costumbres son muy distintas. No tiene esto nada que ver con ir de España a Portugal o a Francia. Ha habido momentos críticos de dejarlo todo y echar mucho de menos, pero al final es más grande la felicidad conseguida por lo que nos da ahora mismo México. Miramos la balanza y nos compensa”.

El salto de Madrid a México ha aportado mucho tanto a nivel personal como profesional a la cantante. “Son tan buenos, amables y abiertos que supuso una sorpresa para alguien que llega de una gran ciudad como es Madrid. Si te caes por la calle en cualquier otra ciudad da la sensación de que te van a pasar por encima, pero aquí se para todo el mundo. Eso, pero extrapolado a todo tipo de relaciones”, explica emocionada. “Aquí te abren su casa, intentan saber qué haces y cómo te pueden ayudar. Pero antes que cualquier otra cosa. Lo hacen de un modo completamente desinteresado. En otro plano se está viviendo un momento artístico increíble. Ahora mismo, por esa apertura que tienen, se ha creado una movida artística muy interesante. Todo el mundo tiene ganas de petarlo y eso es lo que lo hace especial”.

Por el momento, Roberta Nikita no tiene planeado iniciar gira con su debut3000 de manera inminente, aunque está decidida a comenzar a preparar la traslación a los conciertos de este trabajo. “Es la parte que más me apetece porque he estado tanto en el estudio que tengo ganas de volver al escenario. Me voy a reunir con personas para llevar el álbum al directo”, comparte. “A mí me vienen imágenes antes que música y a partir de ellas empiezo a crear. Está tan unida una cosa con la otra que no me imagino mi carrera sin parte visual. Lo que sale es muy nuevo para todo el mundo, pero muy antiguo para mí por lo que tengo ganas de saltar a la parte de imagen y vídeo”.

Antes de despedirse, es inevitable preguntarle a Roberta Nikita sobre lo que está escuchando en este momento. “De los últimos meses, te puedo contar que el disco de Mushkaa, Sexy sensible; Grasa de Nathy Peluso; el de Lana del Rey, y el de Lua de Santana, que me gusta mucho”, comparte. “Además, he estado mucho con Amnesia Scanner que es brutal, me encanta. Los discos de Willow y el de The Marias, también”, concluye.

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