París 2024

Las Leonas de Argentina están listas para rugir en los Juegos Olímpicos de París 2024: “Amamos el lugar en el que nos toca estar, es un amor a la camiseta de otro nivel”

La argentinidad se siente y hace eco con cada rugido de Las Leonas, el equipo de hockey femenino que continúa abriendo el campo para nuevas generaciones.
Las Leonas de Argentina en portada de Vogue
Fotografiado por Lucas Ricci, Vogue, Julio 2024.

A Las Leonas las vi nacer. De hecho, quería ser una de ellas. En ese momento tenía 13 años y jugaba al hockey en el club de mi ciudad. Recuerdo la admiración que me generaban, mejor dicho, que nos generaban a todas. Y eso que el furor felino siquiera había comenzado. Al final, la vida me llevó a las letras, lejos de las bochas y los palos, pero admito que tener que escribir sobre ellas reactiva esa pasión. Soy consciente de que si hay algo que sabemos como pueblo argentino, es enfrentar a las adversidades con la furia de la necesidad. De eso ellas no son una excepción, del resto sí. Tengo el recuerdo intacto de aquellos momentos previos a los partidos en mi club, comentando llena de orgullo sobre cómo iba nuestro equipo de hockey femenino, sin saber que pronto se convertiría en una leyenda, en Sídney 2000, el germen del primer rugido.

Fotografiado por Lucas Ricci, Vogue, Julio 2024.

Fue en aquellos Juegos Olímpicos que prolongaron sus garras para alcanzar a su presa: la primera medalla olímpica para el hockey argentino, de plata y bien merecida. A la segunda fase de los mismos, y por una mala interpretación del reglamento, salieron a la cancha con 0 puntos, pero con una poderosa leona interior activada para ganar las tres presentaciones ante las potencias mundiales, junto a su descripción gráfica y simbólica: una leona estampada en la camiseta albiceleste. La insignia fue diseñada por Inés Arrondo, casualmente de Mar del Plata, la misma ciudad que me vio jugar, mítica delantera de la selección nacional de antaño. Aquel equipo argentino, en el que se destacaron figuras como Luciana Aymar, la única jugadora de hockey en ganar el premio a “Mejor jugadora del Mundo” en ocho ocasiones, no solo creó un símbolo nacional sino que dejó el área representativa de la mujer en el deporte argentino con una puerta inmensamente abierta, una vara muy alta y un legado de valores y aspiraciones por el que hoy miles de niñas agarran sus palos a lo largo y ancho de Argentina.

Le pregunto a Rocío Sánchez, la capitana actual del equipo, qué hay detrás de una Leona, me cuenta que para ella “esfuerzo, responsabilidad y compromiso”. También me habla de la importancia de la unión y de la herencia, “a las nuevas generaciones no hay mucho que explicarles, siguen a la manada”, y agrega “si bien somos unas privilegiadas y amamos el lugar en el que nos toca estar, es un amor a la camiseta de otro nivel, siempre poniéndola por delante”. La presión es fuerte y constante, estar a la altura de Las Leonas no es para cualquiera. Además, la victoria argentina en la Copa Mundial de Fútbol 2022 dejó a nuestro deporte allá en lo más alto del cielo de las expectativas. La argentinidad se siente, grita, hace eco alrededor del mundo y vuelve como un boomerang energético para ellas. Desde la misma sala de Zoom, Sofía Toccalino, más conocida como Poy, una representante de las nuevas generaciones en el equipo, pero con la experiencia de Tokio 2020, agrega: “cuando pienso en Las Leonas, pienso en hambre de ganar. En unión, compromiso… Además, Las Leonas no tenían un montón de facilidades que luego sí tuvimos nosotras. De todas formas, hoy estamos en un contexto a nivel país complicado y es dejar eso de lado para solo pensar en la camiseta y la entrega a este equipo”.

24 años más tarde de esas Olimpiadas que las vio auto bautizarse ante un gran adversario como lo es Países Bajos –Holanda en aquel momento– una nueva generación de félidas se prepara para los Juegos Olímpicos París 2024, con el objetivo de seguir haciendo historia y continuar con el legado. Es que entre sus tantos galardones, se subieron al podio de los Juegos Olímpicos en cinco ocasiones, con tres medallas de plata y dos de bronce. “Este es un equipo que se quedó con la espina en dos torneos importantes, un Juego Olímpico en Tokio y también en el Mundial, que vivimos hace poco. Siento que a este equipo no le hizo ni falta decirle a por lo que íbamos, todas lo tuvieron muy en claro siempre”, sentencia la capitana. Manejar la presión social, la del equipo, la de la medalla dorada y la autopresión de cada una de las 16 jugadoras que nos representarán ante el mundo, no es algo liviano, y la salud mental y el equilibrio fueron conceptos constantes en nuestra charla. “El equilibrio es fundamental, porque es un deporte muy intenso. Ser deportista de alto rendimiento es desgastante; sabés que tenés que cumplir todos los días entrenando en un nivel muy alto”, comenta Poy, quien se autopercibe como jugadora polifunción, y es una de las figuras claves en este próximo plantel.

Desde arriba, de izda. a dcha.: Catalina Andrade, Valentina Raposo, Juana Castellaro, Zoe Díaz: segunda fila: de izda. a dcha.: Sofía Cairo y Lara Casas.

Fotografiado por Lucas Ricci, Vogue, Julio 2024.

Esta vuelta, todo indica que el equipo tendrá ese balance justo entre la frescura de las debutantes, la espontaneidad experimentada de una camada intermedia y la pericia de figuras como Rocío Sánchez, construyendo un grupo de jugadoras que tienen todas las de ganar. Al respecto de las nuevas generaciones, Rocío se ríe y me cuenta que “recuerdo mis inicios a los 17 años, creo que no me conocieron ni la voz hasta que tuve 21, hoy ellas vienen y hacen chistes, están a la par, no tienen miedo y se les nota esa hambre por ganar. Hay una rebeldía linda que acompaña el ser parte de este compromiso, y se les nota que tienen muchísimas ganas de serlo”. Le creo, si hace 24 años nosotras moríamos por Las Leonas, luego de tantas demostraciones de honor y victorias merecidas, llegar a ellas se volvió el sueño de cualquier hockista sobre césped. La realidad de hoy cambió. Las niñas ya no sólo practican en clubes especializados, también en las escuelas y hasta en las plazas. Lo que hace más de 20 años era un deporte elitista y reducido a un pequeño grupo de privilegiadas, fue popularizado gracias al imaginario que partido a partido construyeron, dándole la posibilidad a miles de niñas de pertenecer, de practicar deporte y de soñar en grande.

Clara Barberi y Cristina CosentinoFotografiado por Lucas Ricci, Vogue, Julio 2024.

“Yo fui parte de una generación que miraba a Las Leonas por la televisión, eran mis referentes, por eso me parece un orgullo ser parte hoy de este equipo que tantas mujeres y niñas siguen. A donde vayas a jugar al interior del país, se vuelven locas por Las Leonas, por eso es importantísimo estar a la altura adentro y afuera de la cancha. Sé que soy una privilegiada y estoy feliz de estar en este lugar”, reflexiona Poy. Lugar de esfuerzos y glorias, pero también de responsabilidad, “pone en un primer lugar a la mujer, y en uno de mucha fortaleza”, adhiere. Abriendo el campo de juego para que las nuevas generaciones de leoncitas continúen bajo ese sentimiento creciente, parecido al que sentía mi niña de 13 años cada vez que las veía jugar.

Agostina Alonso.Fotografiado por Lucas Ricci, Vogue, Julio 2024.
Eugenia Trinchinetti y Sofía Toccalino.Fotografiado por Lucas Ricci, Vogue, Julio 2024.

En este reportaje, fotografía: Lucas Ricci; estilismo y dirección creativa, Gastón Olmos; peinado y maquillaje, Antonella Barbato, Martina Sofia Pucheta, Florencia D’Angelo; asistentes de fotografía, Agustina Mendoza y Juan Ignacio Tapia; asistentes de estilismo: Milagros Lurie; video, Leandro Espinoza y Manuel Bruno; retoque, Lucas Ivan Ferrari; talento, Las Leonas, Agostina Alonso, Eugenia Trinchinetti, Catalina Andrade, Sofía Toccalino, Valentina Raposo, Juana Castellaro, Zoe Díaz, Sofía Cairó, Lara Casas, Clara Barberi y Cristina Cosentino; agradecimientos especiales a la Confederacion Argentina de Hockey, al Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo y Alexia Halvorsen.