París 2024

Las atletas mexicanas que han llegado para probarnos que lo imposible es posible: Ellas compiten en los Juegos Olímpicos de París 2024

Mira de cerca a las atletas que a través de múltiples disciplinas, dejan el nombre de México en alto en los Juegos Olímpicos de París 2024
Margarita Hernndez atletismo
‘Correr me salvó la vida’, dice Margarita ‘Mago’ Hernández referente a la disciplina que la lleva la competir en la escena internacional.Enrique Leyva.

Es imposible mencionar a las atletas mexicanas de las que todo el mundo está hablando sin explorar la historia de la justa deportiva de la que forman parte. Imagínate con una túnica y lidiando al calor de la cotidianidad. Frente a ti, un espectáculo que prueba que hay hombres y mujeres que superan las cualidades mundanas a través de disciplina y entrenamiento para mostrar que, además de eso, parecen de otro planeta. Sí, imagínate frente al encendido de una llama que sirve como punto de inicio para celebrar  diversos juegos en honor al dios Zeus. Así fue el inicio de los Juegos Olímpicos.

Distintas fuentes confirman que su primera edición en la historia se llevó a cabo en el año 776 a.C., teniendo como sede, la ciudad griega de Olimpia. Vale la pena destacar que, para este momento histórico, dichas competencias y la ceremonia en torno a ellas, tenían un carácter más religioso, pues pertenecían a una de serie de sacrificios y festejos en honor al dios. Para entonces eran referidos como los juegos panhelénicos, lo que significaba que participaban atletas de todas las ciudades-estado de la comunidad griega, por lo que los conflictos bélicos o sociales que pudiera coexistir entre ellas, se suspendían mientras duraban las competencias.

‘Correr me da un espacio no me permite pensar en nada más’, cuenta la atleta Citlali Cristian.

Enrique Leyva

Para ese momento, disciplinas como el lanzamiento de disco, jabalina, salto y lucha eran algunas de las que se tomaban en cuenta en dichas competencias, mismas que aún permanecen en la actualidad, así como sus valores, del olvido hasta el conflicto, en donde los ganadores recibían como presea una corona de olivos, símbolo de longevidad e inmortalidad.

Los Juegos Olímpicos son un parteaguas que se celebra cada cuatro años y que, a su manera, reescribe las reglas de la humanidad, como cuando se llevaron a cabo en 1900, en París, en donde compitieron 19 mujeres. También fue el momento en el que su lema se dio a conocer: Citius, altius, fortius, que significa “más rápido, más alto, más fuerte”.

‘Competir en París es algo que esperaba con mucha emoción', dice la atleta Gabriela Rodríguez, quien va en la competencia de tiro.

Enrique Leyva

Si bien unas competencias en donde los pueblos libres siempre han llevado a sus mejores atletas es algo que forma parte del ADN de estas competencias globales, sus momentos grises también han estado presentes a lo largo de su historia. En distintos instantes en donde las guerras mundiales y las tensiones bélicas estaban vigentes, los juegos fueron cancelados o ciertos atletas se convirtieron en inesperados símbolos de resistencia ante los ojos del mundo. Y es que el mensaje siempre es el mismo: competir como naciones libres y ser parte de retos que muestren lo que el ser humano es capaz de hacer, más allá de su raza o nación.

‘Me emociona saber que hemos llegado tan lejos’, dice Daniela Gaxiola, quien representa a México en ciclismo.

Enrique Leyva

Los rincones de Latinoamérica que estos juegos han tocado han sido México, en 1968, y Río de Janeiro, en 2016; momentos en los que se comprueba que es esta proeza recorre el mundo en afán de mostrar que son unas competencias que le pertenecen tanto a los que participan, como a quienes las contemplan.

Los Juegos Olímpicos no existirían si no hubiera ese sentimiento de unidad entre naciones, que comienza con escoger las sedes con la antelación suficiente para que el país residente se prepare, a fin de recibir a prestigiosos y numerosos atletas en las instalaciones y atmósferas necesarias.

‘Tengo mucha emoción por lo que viene’, dice la atleta Sofía Reinoso (que irá en kayak eslalon) sobre los Juegos Olímpicos de París 2024.

Enrique Leyva

Pero claro, mientras esos países se preparan, los deportistas también comienzan a forjar su talento por medio de la disciplina que conlleva ser uno de los mejores a nivel mundial, en cada uno de los deportes de los que deciden formar parte. Si algo hemos podido comprobar a través de este portafolio de Vogue de atletas que nos representan, es que la pasión y la disciplina juegan un combo, que se vuelve indispensable para desarrollar el talento de cada deportista. Esa tarea no se logra en unos cuantos meses, sino que son años y años para perfeccionar la técnica de cada uno de forma ardua, de la mano de un equipo de entrenadores que buscan triunfar y obtener las preseas que significan más que oro, plata y bronce. Los trofeos son reconocimientos para cada una de sus naciones, poniendo sus nombres en la historia.

‘Éste es un momento que he estado esperando’, mencionó la deportista Daniela Souza, que compite en taekwondo.

Enrique Leyva

Ahora, además de los entrenamientos, la tecnología ha avanzado lo suficiente para crear un equipo en torno a cada uno de estos talentosos humanos, que bien parecen salidos de otro mundo. Nutriólogos, fisioterapeutas, psicólogos y tecnología de punta, buscan que los deportistas estén en el mejor estado de salud física y mental para probar hazañas frente a millones de ojos que los contemplan desde todo el mundo… porque para nosotros, los mortales, ellos son lo más cercano que tenemos a un superhéroe de carne y hueso.

‘Correr me salvó la vida’, dice Margarita ‘Mago’ Hernández referente a la disciplina (atletismo) que la lleva la competir en la escena internacional

Enrique Leyva.

Acercarnos a estos atletas, nos hizo reflexionar sobre todas las luchas que tienen en el día a día y que nosotros ni pensamos: desde empacar una canoa, a obtener permisos especiales para practicar algún deporte, la dieta que hay que seguir, el apoyo que en ocasiones tienen que conseguir y, claro, todo el estrés que significa representar a tu país ante el mundo, que si bien en un orgullo, busca siempre probar los mejores resultados.

Sin querer, viene a mí un chispazo de recuerdos en los que, por una razón u otra, el atleta en turno no se lleva la presea dorada o, simplemente, declina para darle prioridad a su salud mental. En esos casos la crítica, casi siempre desde un sillón, llega... ¿y si mejor solo celebramos a esas titanes (referidas como las atletas mexicanas) que llegaron a la cima del mundo, para probarnos que lo imposible es posible?